Recogemos algunas preguntas que son las que más hacen las personas que están considerando la posibilidad de acoger a un menor o que ya lo han acogido.

Por supuesto, no obvia para que puedas ponerte en contacto con nosotros aquí o llamando al teléfono 649 337 724

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Se trata de una medida de protección decidida por la Administración Pública por la que una persona o familia acogedora o educadora ejerce la guarda del niño/a o adolescente, es decir, asume las obligaciones de acompañarlo, alimentarlo, educarlo durante el tiempo que dure el acogimiento.

Acogimiento

  • Por resolución administrativa o judicial
  • Es temporal o indefinido, pero reversible
  • Algunos padres biológicos tienen derecho de visitas con el menor
  • Los padres acogedores ejercen la guarda o la tutela delegada, y actúan de hecho como familia

Adopción

  • Sólo por resolución judicial
  • Es permanente, definitivo e irreversible
  • Los padres biológicos no tienen derecho a relacionarse con el menor (excepto en adopción abierta)
  • Los padres adoptivos adquieren la patria potestad y los hijos todos los derechos jurídicos (apellidos, herencia,..)
Sí, sin duda. En la Comunidad Valenciana 1.500 niños/as viven en acogimiento residencial. En los Hogares y Centros los niños/as viven bien, tienen cubiertas sus necesidades vitales y les atienden personas que, en la mayor parte de los casos lo viven como una vocación, pero les falta la experiencia de vivir en una familia con personas que te cuidan por Amor.

Los motivos son diversos. A diferencia de los países anglosajones, en España y otros países, no es una figura muy conocida.

A veces, nos da miedo sufrir cuando tengamos que separarnos de él/ella.

Entendemos lo que es ser padre o madre por adopción, donde el menor rompe los lazos con su familia de origen, le damos nuestros apellidos y pasa a ser hijo/a nuestro/a. Pero nos cuesta entender que se puede cuidar de un menor, dándole todas las atenciones que le darías si fuera hijo/a tuyo/a, sin que rompa los lazos con sus familiares biológicos.

✓ De URGENCIA. Dura máximo 6 meses sin posibilidad de prórroga. Normalmente es para niños/as de menos de 6 años. Evita que el menor entre en un centro u hogar en tanto se decide la mejor forma de protegerle (adopción, acogimiento residencial o en familia).

✓ TEMPORAL. Si se espera que vuelva pronto con su familia o en tanto sea adoptado. Dura máximo 2 años, con posibilidad de un año de prórroga.

✓ PERMANENTE o de duración indefinida. Se da cuando no se prevé la reintegración familiar, en caso de que el niño/a tenga necesidades especiales o por otras necesidades de la familia biológica. Puede durar hasta la mayoría de edad.✓ 

Sí, todos los meses. En estos enlace podrás encontrar el calendario de ValenciaAlicante o Castellón. Puedes asistir presencialmente o conectarte a distancia, en algunos casos.

 

No es necesario, en general. Solo en algunos acogimientos de niños/as con necesidades especiales, se pide que el acogedor o la acogedora tengan formación y experiencia. A estos acogimientos los llaman ESPECIALIZADOS y en estos casos hay una compensación económica.

Por supuesto que podrás seguir trabajando, como hacemos los padres y madres, pero garantizando solo o con tu pareja, que podéis atender al menor. En esto no te diferencias de otro tipo de familias.

Solo en algunos casos, por su complejidad, la Administración exige DEDICACIÓN EXCLUSIVA, pero no es muy frecuente.

Aunque es un procedimiento administrativo, pensando en el bien del menor, se intenta agilizar lo más posible. Tendrás que presentar una solicitud, acompañada de documentación sobre tu familia y tu situación económica y de salud, e ir a un curso de formación.

Depende. Hay niños/as de 6 años que ya han sufrido mucho y necesitan mucho apoyo y adolescentes que, por su resiliencia, se adaptan estupendamente a su nueva vida con el acogedor o la familia de acogida.

Pero si es bueno que reflexiones sobre cuáles son los límites de tu acogimiento: si te ves dispuesto a ofrecerte para un menor con necesidades especiales o no, de qué edad, etc.

Ya sabes que no se puede elegir sexo ni raza. CERO DISCRIMINACIÓN.

Con toda la información facilitada y realizado el curso de formación, si los técnicos de la Generalitat valoran tu ofrecimiento positivamente, pasas a formar parte del Registro de Familias acogedoras para que, cuando haya una propuesta de acogimiento de un menor, puedan llamarte para ofrecerte/ofreceros ser sus acogedores.

No estoy segura. Es posible, si la ilusión te hace impacientarte. Pero si lo vives como un ofrecimiento, por si un niño/a o adolescente te necesita, seguramente estarás más tranquila/o.

Si tu ofrecimiento ha sido amplio, no poniendo límites a la edad o características del menor, te llamarán muy pronto porque siempre necesitamos familias de acogida.

Pero hemos oído hablar de partos de elefanta…

Sí, claro que sí. Seguro que has conocido a algunas haciendo el curso de formación y si no, nosotros te pondremos en contacto con alguna.

Que esperes en calma y no le des muchas vueltas. Tu ofrecimiento es por generosidad y no para cubrir tus necesidades sino las del menor. Que confíes. Todo va a salir bien para todos los implicados.

Cuando recibas la llamada, entonces, sí que te vas poner nervioso/a: Una personita te espera. El vínculo entre vosotros, aún invisible, ha surgido.

Te citarán a una reunión y te contarán las características principales del menor, para que tú o vosotros podáis dar el último SÍ.

Una vez que aceptéis definitivamente el acogimiento, tendrás ocasión de conocer al menor y se establecerá un calendario de aproximación, concertando entrevistas con él/ella, con sus educadores u otros profesionales del centro donde viva. Recuerda que también puede estar viviendo con una familia de acogimiento de urgencia o temporal.

Tendréis que firmar una acuerdo o contrato administrativo antes de que el menor pueda ir a vivir a vuestra casa. En esta fase, hay poco papeleo.

Seguramente, en su centro le habrán preparado pero aún así, estará nervioso/a. Más que tú, claro está. Se juega mucho.

Es un momento que no olvidaréis jamás. Prepara con mimo lo que te hayan sugerido en el Hogar o Centro: llevar un regalo o fotos de vuestra casa, etc. Dejate llevar. Y si no sabes qué hacer, pregúntaselo al Director o profesional que te atienda.

No hay un período fijo, depende de la reacción del menor, de su propio proceso, más lento o rápido. Pero suelen ser pocas semanas o días. Cada niño/a y sus circunstancias son distintas.

También tú o vosotros necesitaréis tiempo para terminar de organizar su habitación y su acogida en vuestro hogar.

Si te digo la verdad no sé cómo será, pero la viviréis con intensidad. Al principio, todos necesitaréis adaptaros. Vosotros al niño/a o adolescente y él/ella a su nuevo hogar y a su familia de acogida. Eso lleva meses. Pero no significa que no disfrutéis de estar juntos desde el principio.

El mejor consejo es que seáis NATURALES. El menor no es un niño/a que viene de invitado y al que hay que impresionar. El viene a quedarse un tiempo largo y tenéis que mostrarle cómo vivís vosotros en lo cotidiano. Esto quiere decir que puede tener un regalo de bienvenida pero no 20 regalos, podéis intentar darle gusto con los alimentos que le gusten, pero no cambiar vuestros menús por él/ella (excepto si tiene restricciones alimenticias por salud o religión, claro está).

Lo más importante que, cuanto antes, el niño/a tenga una vida lo más NORMAL posible, así que lo más urgente es que pueda seguir yendo al colegio, a las actividades de ocio que le gustan… A lo mejor no puede seguir yendo al mismo centro educativo, así que tendréis que agilizar el cambio y entender que es un cambio añadido, que seguramente, alargará el proceso de adaptación.

Pues rápido no será, pasaréis por diferentes etapas. Es posible que al principio se comporte muy bien, casi como un “niño perfecto”, porque quiere quedar bien con vosotros y, sobre todo, no quiere que “lo devolváis”, y luego ya se comporte como un niño normal, que a veces se porta bien y a veces mal… Pero también es posible que en seguida se muestre como es.

Obsérvale para aprender pronto lo que le gusta y lo que le enfada o le pone triste…

Vuelvo a decir que lo mejor es la VIDA COTIDIANA. Él/ella va a experimentar muchos cambios y mejor de poco a poco. Quizás si le haces una fiesta de bienvenida nada más llegar a casa, se agobie. Puedes esperar a su cumpleaños y mientras, poco a poco, cuanto surja la ocasión, sin forzarlo, le vas presentando a amigos, familiares…

Es difícil generalizar. Serán dificultades de adaptación, de conocimiento, de acoplamiento… Parecido a como cuando te vas a vivir con tu pareja u otra persona…

Quizás lo que más nos cuesta es que no cumpla las normas pero piensa que para él/ella pueden suponer una forma de funcionar muy diferente a la que estaba acostumbrado/a. Incluso, en muchas ocasiones, son niños/as que han crecido con muy pocos límites porque sus padres biológicos no podían o sabían cómo educarlos. Una vez más, la recomendación es PACIENCIA y COMPRENSIÓN. No pretendas que el primer mes asimile la organización y funcionamiento de vuestro hogar.

No les castigues, pues la vida ya les ha castigado bastante. No les envíes a pensar a otra habitación, la “técnica del tiempo fuera” les recuerda, inconscientemente, que se sintieron abandonados una vez.

Por supuesto, si han sido maltratados en el pasado, ten mucho cuidado con los gritos e incluso con el contacto físico. Ve poco a poco.

En general, ni fuerces ni rechaces los besos, abrazos… El ritmo del contacto físico lo ha de marcar él/ella. Por eso, no fuerces encuentros con familiares y amigos que puedan atosigarle.

Si tienes hijos/as, puedes tener algunos episodios de celos, con los que también tendréis que lidia. Incluso aunque vuestros hijos/as sean mayores.

En general, la adolescencia es la etapa más complicada del desarrollo humano. Y en los niños/as protegidos, ese momento de búsqueda de identidad, puede ser algo más complicado. Pero no siempre. Y no más que en los hijos biológicos. Como siempre PACIENCIA y, en esa etapa, además, más que nunca, ESCUCHA.